El Complejo universitario FUB3 se encuentra dentro del Antiguo Matadero de Manresa, recinto modernista construido en 1906 a partir del proyecto del arquitecto Ignasi Oms y Ponsa, y que actualmente está catalogado con el distintivo BCIL -Bien Cultural de Interés Local- dentro del catálogo de Patrimonio Cultural Catalán.
El Complejo forma parte del Campus Universitario de la Fundación Universitaria del Bages (FUB) a Manresa, y acoge el aulario teórico y práctico de los estudios de Fisioterapia. El proyecto comprende la rehabilitación de 3 de las 4 naves del histórico Matadero, además de la construcción de un volumen de nueva planta y la urbanización del espacio central. El programa está formado por un total de once aulas, dos salas de reuniones, un gimnasio con capacidad para un centenar de personas, vestuarios y un espacio destinado a despachos y zonas de trabajo para profesorado.
El proyecto trabaja para recuperar este complejo histórico manteniendo el valor de la preexistencia y preservando su carácter industrial de principios del siglo XX, distinguido por la arquitectura de ladrillo con múltiples ornamentos en sus diferentes fachadas.
Se traza una estrategia de intervención que permite recuperar y aumentar el potencial de las naves: primero, la nave principal se divide verticalmente en tres niveles, a partir de una subestructura mixta de pilares de acero y forjados de hormigón, y, en segundo lugar, se unen horizontalmente las diferentes naves a partir de un porche esencialmente metálico.
El acceso a la nave principal transcurre a partir de una triple altura que permite identificar desde el interior el singular despiece de la parte central de la fachada histórica. La escala, confinada en un poliedro irregular, ocupa parcialmente el espacio generado por la triple altura, dotando de singularidad el espacio central y enlazando la funcionalidad de la rehabilitación con el encanto original del edificio histórico.
Otro de los elementos característicos de la estética interior del matadero es su zócalo cerámico, formado por piezas hidráulicas de color verde y naranja, que contrastan por su brillo y vivacidad con la masonería de ladrillo. Las piezas cerámicas originales se han restituido por nuevas piezas fabricadas exclusivamente por Cerámica Cumella para recrear los colores originales del edificio modernista.
Las nuevas particiones se distinguen en su materialidad de la estructura muraría original, y potencian la continuidad visual de este a partir de aperturas acristaladas controladas. Tanto la estructura como las particiones verticales se materializan en acabados lisos y neutros, que no compiten visualmente con los ornamentos de ladrillo en fachada. Por otro lado, la brutalidad del hormigón visto de los nuevos forjados casa con la pátina de la estructura existente.
La urbanización del espacio central se condiciona a la situación del arbolado existente, a la cual se suman unas nuevas jardineras laterales y una pieza central que replica formalmente la insignia de la FUB.